Creíamos que llegar a los 30 era haber ya cumplido ciertas metas laborales. Sentimos que lograr ciertos hitos nos iba a generar un estatus o desarrollo laboral ideal y eso sería suficiente.

Sin embargo, no siempre ocurre; por más que analizamos el camino avanzado, nos damos cuenta que algo no hace sentido, algo falta. Quizás buscas trabajo o cambiar de área; observas a tus pares, y es un poco más de lo mismo. Algo te genera ruido para lograr ese trabajo soñado.

Claro, haz mandado cientos de CV a empresas reconocidas y postulado a cargos visiblemente atractivos. Crees tener aquellas competencias que piden, pero no te llaman a entrevista o no pasas la entrevista con el psicólogo.

¿Te suena conocido? ¡A mí sí! He pasado por esto y lo he visto en mis clientes, quienes desgastan mucha energía en postulaciones y procesos de selección interminables, para finalmente no ser la persona seleccionada. Aún peor, sin tener retroalimentación del proceso. Y ahí surgen varias interrogantes: ¿en qué fallé? ¿Habré mencionado bien mis cualidades y conocimientos? ¿Me faltó mostrarme más motivado?

Difícil saberlo. Con bastante suerte te avisaran que eligieron a otro candidato que cumplía mayormente con el perfil, generando altos niveles de frustración.

¿Cómo diferenciarnos en un mercado cada vez más competitivo?

Comienza por ti mismo: pocos postulantes hacen un real análisis de qué quieren en términos laborales.

¿Cuál es mi sello diferenciador? ¿Qué me hace único frente a los otros postulantes?

¿Cuáles son mis valores? Qué pregunta más relevante, dado que si me interesa el medio ambiente no puedo postular a una empresa que no se preocupe de este tema, estaría incómodo trabajando ahí.

Muchas veces terminamos diciendo lo que el evaluador quiere escuchar, con el único propósito de ser seleccionado y por lo que difícilmente hacemos un real Match de lo que busca la empresa con mi marca personal.

¿Cómo generar un cambio?

Debo conectar conmigo mismo, conocer mis recursos y que me motiva. Así luego puedo generar una estrategia comunicacional que de cuente de quién soy, qué me hace único y me apasiona. Esto nos permitirá focalizar la energía en la búsqueda laboral y postular a trabajos que realmente estén alineados con mi persona.

Un ejercicio que recomiendo a mis clientes es comenzar con algunas preguntas de autoconocimiento:

1.    ¿Cuáles son las cosas que amas hacer, qué disfrutas al máximo?

2.    ¿En qué tipo de actividades se te pasa el tiempo volando?

3.    ¿Qué tipo de trabajo te hace sentir pleno y vivo?

Y por último pide feedback a tus familiares y amigos cercanos: 5 cualidades laborales que ellos perciben de ti. Luego te sugiero compararlas y destacar aquellas que se repiten.

Las empresas buscan personas motivadas y conectadas con su valor diferencial, por lo tanto, si logras conectar con tus recursos, dejaras de ser un candidato más.

¡Diferénciate!

“No esperes resultados diferentes si siempre haces lo mismo” A. Einstein

Si estás en búsqueda o necesitas apoyo para iniciar un cambio laboral, te invito a contactarme para que conversemos.